El modelo pedagógico del CECIEMA se basa en los principios de su fundadora, la pastora Viviana Mabel Silvestri (sistema V.M.S.) quien concibe la educación desde el éxito, teniendo en cuenta la singularidad de cada niño, su potencial y su interés, y comprendiendo la diversidad en el aula, no como un problema sino como un valor. 

Desde el CECIEMA sostenemos que todos los estudiantes pueden aprender y hacer avances, y nos desafiamos a ponerlos en el centro del proceso educativo, diseñando propuestas que potencien las fortalezas, habilidades e intereses de cada uno. Queremos un niño activo que se involucre y encuentre sentido a lo que aprende.

Desde este enfoque, que reconoce las diferencias entre las personas en sus modos de aprender, intereses, tipos de inteligencias, etc., nos proponemos romper con la uniformidad de los contenidos, introducir ritmos de aprendizaje diferenciado, asignar atención y diferentes recursos según las necesidades de cada niño, diseñar espacios de aprendizaje diversos y atractivos, pensar diferentes tareas para los chicos, como proyectos, desafíos, experiencias,  y estimular la autonomía y la libertad responsable de cada individuo.

Partimos de la convicción de que todos los alumnos pueden aprender y desarrollar todo su potencial desde una perspectiva de éxito según Dios.

El desafío del alumno es lograr autonomía y responsabilidad en su proceso de aprendizaje. Esta virtud lo ayudará a lo largo de su vida. Para lograrla, es necesario que tenga la posibilidad de elegir y que pueda ser responsable en su propias elecciones.